Los países de todo el mundo enfrentan el doble desafío de mejorar las perspectivas de empleo para los jóvenes, tanto hombres como mujeres, al mismo tiempo que aumentan la productividad empresarial. En el centro de estos desafíos se encuentra el desarrollo de habilidades fundamentales para la empleabilidad, que son la base. Estas habilidades, combinadas con el acceso a una educación de calidad, oportunidades de formación sólidas y un apoyo continuo para el aprendizaje, son esenciales para que los individuos puedan asegurar un trabajo digno y para que las empresas puedan innovar y competir en los mercados globales.

Los empleadores buscan cada vez más candidatos que posean habilidades clave para la empleabilidad, que vayan más allá de la experiencia técnica. Un informe de McKinsey, que encuestó datos de nueve países, destaca una brecha significativa: menos de la mitad de los empleadores (43%) son capaces de encontrar trabajadores de nivel inicial con las habilidades necesarias. Esta discrepancia subraya la necesidad de un conjunto más amplio de habilidades, que incluya no solo capacidades técnicas, sino también habilidades fundamentales clave para la empleabilidad.

Para las personas que ingresan al mercado laboral, habilidades clave como la comunicación efectiva, el trabajo en equipo y la resolución de problemas son cruciales para conseguir y mantener un empleo. La gestión efectiva del tiempo y la capacidad de aprovechar las oportunidades de aprendizaje ayudan a las personas a maximizar su productividad y desempeño, tanto en el lugar de trabajo como en entornos académicos. Las habilidades de trabajo en equipo y comunicación son esenciales para colaborar eficazmente con otros, mientras que las habilidades de resolución de problemas permiten a los individuos abordar y superar desafíos de manera sistemática.

Desde la perspectiva del empleador, los empleados con sólidas habilidades fundamentales están mejor preparados para adaptarse a los cambios en el lugar de trabajo, lo que lleva a una mayor eficiencia e innovación. Estas habilidades reducen el tiempo necesario para llevar productos al mercado, mejoran la capacidad de aprender rápidamente y mejoran el desempeño general. Los trabajadores que destacan en la comunicación, la confianza, la perseverancia y la motivación contribuyen a entornos de trabajo flexibles, capaces de adaptarse a los avances tecnológicos y a los cambios organizativos. En última instancia, los empleadores buscan candidatos integrales que posean las habilidades blandas necesarias para una colaboración efectiva, el aprendizaje continuo y la adaptabilidad.

En el proyecto Employ Me, hemos desarrollado una Caja de herramientas para los trabajadores juveniles, y junto con la Academia Virtual, hemos diseñado un programa de formación integral que tiene como objetivo empoderar a los jóvenes profesionales para desarrollar estas 10 habilidades clave fundamentales. A través de módulos interactivos y juegos ofrecidos por la Academia Virtual, los participantes pueden profundizar su comprensión de las competencias clave necesarias para prosperar en el mercado laboral actual de rápido movimiento.

En esencia, cerrar la brecha entre las habilidades que los empleadores necesitan y las que están disponibles en el mercado laboral es crucial tanto para el éxito individual como para el crecimiento empresarial. Al priorizar las habilidades fundamentales para la empleabilidad a través de programas de formación específicos, como el proyecto ‘Employ Me’, podemos preparar mejor a los jóvenes profesionales para las demandas de los entornos laborales modernos.